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El doctor Castell Gómez detalla todo lo que hay que saber sobre hígado graso y alimentación

Publicado en el suplemento de salud de La Razón

Entrevista al doctor José Tomás Castell Gómez, jefe asociado al Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario La Luz

1. ¿Qué es el hígado graso?

Se trata de una acumulación de grasa, normalmente triglicéridos, a nivel de las células hepáticas. Hay que considerarlo como una enfermedad progresiva: desde del depósito simple (esteatosis) puede evolucionar a inflamación y fibrosis (esteatohepatitis). El estadio final es una cirrosis hepática.

2. ¿Qué lo provoca?

Existen dos grandes grupos de pacientes según el origen de la enfermedad:

  • Asociado al consumo de alcohol etílico (AFLD). La toma de más de 60g de alcohol al día (por ejemplo, una caña de cerveza tiene 10 gramos) origina en el 90 % de los individuos esteatosis hepática evolucionando a esteatohepatitis entre el 10 y 35%, la cirrosis aparece entre el 10-20% de los pacientes.
  • No alcohólica (NAFLD). Representa la enfermedad hepática crónica más frecuente en el mundo occidental, en España su prevalencia es de un 25% de la población adulta y del 17,3% entre los 15 y 19 años.

Se describen una gran cantidad de factores etiológicos tanto primarios (genéticos y resistencia insulínica) como secundarios (fármacos, tóxicos industriales, virus, tabaco, sedentarismo, etc.).

Es muy frecuente su asociación con otras enfermedades como son la obesidad, hipertrigliceridemia, hipertensión arterial y diabetes (en conjunto se denomina síndrome metabólico). En la actualidad esta condición también se asocia a alteraciones en la microbiota intestinal por su papel inmunoregulador y antiinflamatorio.

3. ¿Quiénes son más susceptibles de padecerlo?

Se pueden describir numerosas situaciones y enfermedades que se asocian a acúmulo graso hepático desde fármacos y virus a enfermedades como hepatitis autoinmune, hemocromatosis, enfermedad celiaca, hipotiroidismo etc…

Por su frecuencia resaltamos las siguientes susceptibilidades: El 90% de los individuos que toman más de 60g de alcohol al día desarrollan esteatosis. Los pacientes obesos son otra diana, de tal forma que el 58% de los que padecen sobrepeso y el 90 % de los que sufren obesidad severa desarrollan hígado graso. Esta condición también está presenta en diabetes de tipo 2 (prevalencia 70%) y sobre todo aquellos enfermos con dislipemia, en los que el acumulo de grasa se encuentra presente en el 80%.

4. ¿Qué pasa cuando se tiene el hígado graso?

En la fase inicial de esteatosis (acumulo de grasa sin daño celular) los pacientes son asintomáticos y habitualmente se descubre por alteraciones en análisis de sangre realizados de forma rutinaria pro ejemplo, en un chequeo laboral. Ahora bien, el 30-40% de los pacientes presentan fibrosis hepática y el 10-15% desarrollan cirrosis hepática presentando la clínica característica de ictericia, ascitis, hemorragia etc. La etapa final es el desarrollo de un hepatocarcinoma. Los pacientes con hígado graso presentan un mayor riesgo de muerte, sobre todo debido a procesos cardiovasculares.

5. ¿Qué hay que hacer para limpiar la grasa del hígado?

El gran médico griego Hipócrates estableció que “las enfermedades se desarrollan a través de pequeños pecados contra la naturaleza”. En el caso que nos ocupa, cambios en el estilo de vida ocasionan resultados muy positivos: debemos evitar la obesidad, realizar ejercicio físico regularmente, seguir una dieta mediterránea, evitar la hipertensión arterial y nulo consumo de alcohol y tabaco. A modo de ejemplo: la pérdida de un 5% de sobrepeso reducen la esteatosis y por encima del 10% también es posible mejorar los parámetros de fibrosis hepática.

Actualmente, se considera muy importante prestar atención a los desórdenes de la microbiota intestinal, si bien es un campo de intensa investigación se sabe que las dietas ricas en polifenoles mejoran la inmunoregulación y la respuesta inflamatoria.

No podemos olvidar el control farmacológico de los distintos procesos concomitantes como análogos de GLP-1 (liraglutida y semaglutida), antidiabéticos, antioxidantes (vitamina C y E), estatinas y fibratos, antihipertensivos, etc. Específicamente solo contamos con un fármaco aprobado en 2024 por la Administración de Fármacos y Alimentos Americana (FDA) con indicación en hígado graso asociado a síndrome metabólico, se trata de ResmetironR que ha demostrado eficacia en la pérdida de peso, colesterol y esteatosis hepática. Finalmente, no podemos dejar de subrayar el papel de la cirugía de la obesidad en el control del síndrome metabólico, representando hoy en día, la técnica que ocasiona la mayor pérdida de peso y con mayor efecto mantenido a largo plazo.

6. ¿Cuánto tiempo se tarda?

Aunque depende de la causa y del estado evolutivo de la enfermedad, los resultados son monitorizados regularmente por el médico responsable pero no podemos esperar resultados rápidamente. En los estudios disponibles, los resultados son valorados al menos con un año de tratamiento.

7. ¿Y se recupera por completo?

En la primera fase de la enfermedad o esteatosis, donde no hay daño celular, los depósitos de grasas son totalmente reversibles sin dar lugar a ningún tipo de secuela. En los estados de fibrosis sobre todo iniciales también es posible mejorar el daño ocasionado. A modo de ejemplo: la pérdida de un 5% de sobrepeso reducen la esteatosis y por encima del 10% también es posible mejorar los parámetros de fibrosis hepática. Sin embargo, la aparición de cirrosis supone cambios irreversibles en el hígado.

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