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“La dieta aconsejada en la amenorrea se centra en la distribución equilibrada de los alimentos”

Publucado en el suplemento de salud de La Razón

Entrevista a Fátima Martínez Hernández, ginecóloga del equipo MAGYC del Hospital Ruber Internacional

1. ¿Qué es y qué produce la amenorrea?

La amenorrea se define como ausencia de menstruación. Se clasifica en primaria cuando la ausencia de menstruación se presenta a partir de los 16 años independientemente del crecimiento y la aparición de los caracteres sexuales secundarios (vello axilar/púbico y desarrollo mamario) y esto se debe a trastornos genéticos como el síndrome de Turner, cromosómicos, trastornos congénitos o trastornos hipofisarios (tumores). Se define como amenorrea secundaria la falta de menstruación por un periodo equivalente a 6 meses o a 3 intervalos menstruales habituales (porque hay mujeres que tienen ciclos menstruales superiores a 28 días por ejemplo).Las causas de amenorrea secundaria pueden variar ampliamente y pueden incluir:

• El embarazo (la causa más común en mujeres que han sido sexualmente activas).

• Trastornos endocrinos como el síndrome de ovario poliquístico (SOP) que se caracteriza por un hiperandrogenismo (acné, exceso de vello y/o alopecia), problemas en la tiroides (hipotiroidismo o Hipertiroidismo) y/o niveles elevados de prolactina que pueden inhibir la ovulación (hiperprolactinemia).

• Trastornos alimentarios que conlleven a conductas de restricción calórica y esto conlleva a la amenorrea de origen funcional.

• Ejercicio excesivo

• Estrés físico o emocional severo.

2. ¿Se puede prevenir con algún tipo de dieta?

Es muy importante antes de generalizar y aconsejar una dieta, diferenciar muy bien la causa de la amenorrea; porque vemos con frecuencia que se tiende a diagnosticar y a etiquetar por error a pacientes de síndrome de ovario poliquístico (porque a lo mejor identificamos un exceso de acné y ausencia de menstruación) y si se le aconseja hacer una dieta baja en hidratos de carbono creyendo que tiene una resistencia a la insulina; podemos aún más empeorar el perfil de las pacientes que padecen amenorreas de origen funcional (a causa de trastornos alimentarios basados en dietas restrictivas y ejercicio moderado-intenso). Por lo tanto es importante dedicar tiempo a nuestras pacientes, realizar una buena anamnesis y solicitar analítica hormonal para confirmar si presenta o no una resistencia a la insulina, así como hacer una ecografía para valorar el aspecto de los ovarios y el grosor endometrial (capa interna del útero) antes de realizar un diagnóstico.

3. ¿Esta dieta ha de ser distinta dependiendo del trastorno que haya producido la amenorrea?

Si se confirma que la paciente presenta una resistencia a la insulina y tiende a las hiperglucemias en sangre, esta paciente se beneficiará de una dieta más hipocalórica (alrededor 1500 kcal) si presenta obesidad, o normocalórica si no presenta obesidad pero tratando de seleccionar una dieta baja en hidratos de carbono o por lo menos seleccionar hidratos que tengan un bajo índice glucémico, evitando así ultraprocesados como bollería, harinas refinadas y azúcares, reforzando la dieta en una dieta más rica en proteínas y grasas poliinsaturadas ricas en omega-3. Por el contrario, si la paciente padece una amenorrea funcional por una restricción excesiva calórica debido a un trastorno de conducta alimentaria, deberá no sólo aportar una dieta rica en grasas de calidad sino aportar una dieta más hipercalórica con presencia de hidratos de carbono saludables.

4. Y cuando se tiene amenorrea, ¿qué alimentos se puede comer para ayudar a conseguir que regrese la menstruación?

Se debe aconsejar de manera general para cualquier paciente que padece una amenorrea la metodología centrada en una distribución equilibrada de los alimentos, es decir, que el 50% del plato debe estar compuesto por verduras, hortalizas y frutas; el 25% por proteínas (carne, pollo y pescado); y el otro 25% por hidratos de carbono de buena calidad como arroz integral, trigo sarraceno y batata sin llegar a olvidar las grasas de buena calidad ricas en omega-3 (aguacate, aceite de oliva, frutos secos, semillas de lino y chía, así como pescado de pequeño tamaño azul).

5. Teniendo en cuenta que un déficit calórico contribuye de manera decisiva a la amenorrea ¿cuándo ya se padece este trastorno es necesario prestar atención a las calorías y a las propiedades nutricionales de los alimentos?

Habrá que individualizar cada caso y antes de prescribir una dieta basada en kilocalorías, será importante estudiar cuales son los hábitos, actividades y deporte de cada mujer para aconsejar una dieta basada en sus necesidades. Porque una mujer con tendencia al sobrepeso, sedentaria y que se alimente con frecuencia de ultraprocesados, se beneficiará inicialmente de una dieta hipocalórica, reduciendo o seleccionando mejor los hidratos de carbono así como evitar alimentos insulinotrópicos (evitando harinas refinadas, azúcares, quesos y lácteos de vaca). Por el contrario, una paciente con tendencia a la delgadez, alto nivel de estrés y alta actividad deportiva se beneficiará de aumentar las Kcalorías porque probablemente esté en déficit kcalórico, pero no sólo se contarán Kcalorías sino que habrá que tener en cuenta las propiedades nutricionales, ya que puedes tener las mismas kcalorías en dietas pobres en hidratos de carbono (aportando mucha proteína y grasas), pero se sabe que las pacientes con amenorrea funcional se beneficiarán también de la presencia de hidratos de carbono en su dieta para recuperar su menstruación.

6. ¿Se requiere, además de la dieta, algún tipo de suplementación oral para ayudar a que regrese la menstruación?

Las pacientes que padezcan síndrome de ovario poliquístico con resistencia a la insulina se beneficiarán de suplementos insulinosensibilizantes como las biguanidas (Metformina), inositol, berberina o canela de Zeilán, así como otros suplementos ricos en omega 3 y vitamina D. Las paciente que no padezcan resistencia a la insulina o que padezcan de amenorrea funcional se beneficiaran de omega 3, así como gestión de estrés (trabajo, familia, yoga, contacto con la naturaleza) y gestión de insomnio (con uso de melatonina, magnesio liposomado, ashwagandha, GABA…)

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