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«Hay que evitar algunos alimentos para absorber mejor el hierro»

Publicado en el suplemento de salud de La Razón

Entrevista a Pilar Llamas, jefa de servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Ruber Internacional

 

1. ¿Qué es la anemia ferropénica?

Para responder a esta pregunta es necesario definir qué es la anemia y, por otro lado, analizar las causas que la producen. Decimos que una persona tiene anemia cuando presenta en un análisis de sangre una cifra de hemoglobina disminuida, que según la Organización Mundial de la Salud es de 12 g/dL en mujeres, de 13 g/dL en varones y de 11 g/dL en gestantes.

La hemoglobina es una proteína que se encuentra en los glóbulos rojos y que es imprescindible para que la sangre realice su función de transportar oxígeno por todo el cuerpo. El hierro es necesario para la producción de hemoglobina, por lo que cuando las reservas se agotan, la hemoglobina va disminuyendo hasta que finalmente se produce anemia. La causa más frecuente de anemia en ambos sexos, en todos los rangos de edad y en las diferentes regiones geográficas es el déficit de hierro.

2. ¿Cuáles pueden ser las causas y por qué nos afecta más a las mujeres?

En situación normal, nuestro cuerpo compensa el hierro que se consume o se pierde diariamente de forma fisiológica con la fuente de entrada principal que es la alimentación. Sin embargo, hay ocasiones en que este equilibrio se rompe y la balanza se inclina a un estado de ferropenia. En líneas generales, el hierro puede disminuir por un aumento de las necesidades, por una disminución en el aporte o por una pérdida del mismo. Hay etapas de la vida en las que existe una mayor demanda de hierro por el organismo, es el caso de los periodos de crecimiento (durante toda la infancia y adolescencia) o del embarazo. Además, el hierro se puede perder de manera fisiológica como ocurre en la menstruación, o bien por otros motivos asociados a una enfermedad, que curse con sangrado. Este es el caso de pacientes con cáncer digestivo, ginecológico, trastornos inflamatorios del intestino, úlcera péptica sangrante, alteraciones de la coagulación, entre otros. Por último, debemos conocer también que el hierro se absorbe en el intestino delgado, por lo que una afectación a ese nivel interferirá en su absorción. Este es el caso de personas con enfermedad celiaca. Por lo comentado anteriormente hemos podido ver que hay ciertas etapas en la vida de la mujer, que la hacen más vulnerable a desarrollar una anemia por falta de hierro. Hablamos de la menstruación, gestación, parto y lactancia. En estos casos, la dieta es insuficiente para reponer los depósitos de hierro y cobran importancia los preparados de hierro.

3. ¿Cuáles son los alimentos recomendables en caso de anemia?

El hierro se encuentra naturalmente presente en muchos alimentos. Hay que fomentar el consumo de aquellos que aportan mayor cantidad, como las carnes rojas, aves, pescados, mariscos, legumbres como las lentejas, vegetales de hoja verde como las espinacas, y frutos secos, como las pasas de uva. No olvidemos los cereales y derivados enriquecidos.

4. ¿Es verdad que la vitamina C es fundamental para la absorción del hierro?

Hay que matizar esta afirmación. El hierro se absorbe mejor en un medio ácido, aunque es cierto que el de origen animal (carne y pescado) no se ve tan influenciado debido a las características de su estructura química, a diferencia de lo que ocurre con el que proviene de alimentos vegetales (verduras, frutos secos, legumbres, espinacas..) y productos fortificados con hierro, como son los cereales, que se absorbe peor. El consumo simultáneo de vitamina C o ácido ascórbico puede aumentar la acidez del estómago provocando en el hierro un cambio de estructura que facilita su absorción. Por eso se recomienda que los suplementos de hierro oral se acompañen de zumo de naranja y de alimentos ricos en vitamina C (piña, fresas, kiwi). No obstante, en aquellos pacientes en los que produce molestias digestivas la combinación de ambos, se tiene que prescindir de esta vitamina.

5. ¿Hay sustancias o alimentos que en vez de ayudar a esa absorción del hierro lo limitan?

Si, por ello hay que evitar el consumo de té, café, productos lácteos y ciertos medicamentos durante las comidas, ya que pueden interferir con la absorción de hierro. Esto es especialmente importante en el caso de pacientes que están recibiendo suplementos de hierro. Por otra parte, hay que tener en cuenta el efecto de algunos medicamentos habituales sobre el proceso de absorción del hierro. El consumo de hierro al mismo tiempo que la levotiroxina (se utiliza en el hipotiroidismo) puede reducir la eficacia de este medicamento. Los inhibidores de la bomba de protones, como el omeprazol, disminuyen el ácido del estómago, lo cual podría reducir la cantidad de hierro (principalmente de los vegetales) que el cuerpo absorbe de los alimentos.

6. ¿Cómo se puede mejorar esa absorción del hierro con la dieta?

En realidad lo que necesitamos es mantener una alimentación equilibrada y conocer aquellos alimentos que proporcionan una mayor cantidad de hierro para incluirlos en nuestra dieta habitual.

7. ¿Hay que resaltar algún otro aspecto de la anemia ferropénica?

Además de todo lo comentado, interesa poner de relieve que la falta de hierro no es una situación “natural” del organismo y que es fácil de identificar, por lo que debería tenerse en cuenta y considerarse como una posible alerta de situaciones que debemos prevenir. La anemia ferropénica es muy prevalente en nuestra población. Seguimos prestándole poca atención y eso hace que mantengamos situaciones de ferropenia que llegan a anemia y que deberían siempre corregirse con una terapia férrica adecuada que por otro lado siempre es muy agradecida. Además, no debemos olvidar que una anemia ferropénica, podría ser la primera manifestación de procesos patológicos, por lo que nunca se debe minimizar su importancia.

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