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La mala suerte

Publicado en La Gaceta de Salamanca

En septiembre de 2018 publiqué la segunda aventura del detective Tony Roures: “La mala suerte”. Una historia que comienza con la desaparición de una joven que recuerda a la de Diana Quer y que se desarrolla entre Mallorca y Madrid, pasando por algunos otros escenarios, que el lector va descubriendo al tiempo que el investigador va realizando sus pesquisas.

Las frases que elegí para avanzar algo sobre la publicación e invitar al lector a adentrarse en lo que se iba a encontrar fueron las siguientes: “¿Qué estamos dispuestos a hacer para conseguir ser padres o madres?” “¿Ser padre o madre es un acto de generosidad o es un acto de egoísmo?”.

A partir de estas dos preguntas, el lector viaja no sólo a través de la propia historia de una familia desestructurada, de la que emergen problemas en la adolescencia que dan lugar a tragedias inmediatas, malos tratos y otras tantas oscuridades, sino también de la mano del resto de los personajes que siempre, de algún modo, acaban conduciéndole a la reflexión sobre la responsabilidad de la paternidad y la maternidad, tras descubrir las mentiras y el negocio que envuelven, desde el principio de los tiempos, los deseos de los seres humanos de reproducirse.

Unos deseos que si bien al principio, como en el caso de todos los seres vivos, tenían que ver con el instinto de supervivencia de la especie, con el paso del tiempo y el desarrollo de las civilizaciones fueron revistiéndose del interés personal de cada hombre y mujer de dejar su impronta en el mundo y que generaron un negocio en torno a los hijos que no solo subsiste hoy, sino que me atrevería a decir que está en su momento álgido.

Los robos de niños, la venta de los mismos, las adopciones e incluso la gestación subrogada más básica (cuando una patricia romana no podía gestar, su marido preñaba a una esclava y la esposa se quedaba el hijo), forman parte de la historia de la humanidad.

Pero es que en el siglo XXI la ciencia ha avanzado tanto como para que sea posible casi todo: inseminaciones, fecundaciones in vitro, donación de óvulos y esperma, subrogaciones con genes propios o ajenos, elección del sexo…

Urge prestar atención a este asunto que ha puesto de actualidad el caso Obregón. Y ya les avanzo que, si leen la novela, descubrirán elementos, absolutamente reales, que jamás contemplaron.

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