Publicado en La Razón
FERNANDO GONZÁLEZ MOLINA, director de cine. Responsable de la adaptación de la Trilogía del Baztán, de Dolores Redondo, de la que el 5 de diciembre estrena la segunda parte “Legado en los huesos”.
Fernando González Molina no sabe lo que es el paro. Puede presumir de una carrera imparable desde que abandonó la universidad. Ahora anda a punto de estrenar “Legado en los huesos” Una película interpretada por Marta Etura, Leonardo Sbaraglia e Imanol Arias, entre otros y basada en la exitosa segunda entrega de la Trilogía del Baztan, de Dolores Redondo. La primera, “El guardián Invisible”, también firmada por él, cosechó tres millones de espectadores en tres fines de semana y recaudó 1.300.000 euros solo en el primero de ellos. No es raro que le hayan vuelto a encargar que se ocupe de esta segunda pero sí que, además, haya tenido que rodar la tercera, “Ofrenda a la Tormenta” que se estrenará en abril, al mismo tiempo.
¿Cuál es el secreto del éxito continuado?
Supongo que es una combinación de varios factores. Uno fundamental es la suerte y otro la cabezonería elevada al grado extremo. Siempre pensé que quería dedicarme a esto, me interesaba ya cuando estaba en Pamplona y era un niño un poco alejado de todo. Es verdad que llevo mucho tiempo trabajando, pero también que en televisión empecé desde abajo haciendo de todo. A partir de que me dieron la oportunidad de dirigir “Los hombres de Paco” ya fui encadenando proyectos de televisión y en los últimos años alternándolos con las películas.
Yo diría que para convertir en oro todo lo que toca, es más importante el talento que la cabezonería…
Espero que algo de talento haya, pero bueno, no me toca a mí esa parte. Desde luego me apasiona lo que hago y eso es fundamental. Siempre tuve muy claro que me quería dedicar al audiovisual, así que creo que la constancia nace de la vocación más absoluta. Si no, es imposible dedicarle quince horas a hacer cualquier cosa. Y luego la verdad es que en Televisión, sobre todo desde “Fuga De Cerebros”, empecé a conectar mogollón con el público y más aún después con “A tres metros sobre el cielo” y “Palmeras en la nieve” Y eso me lo puso todo muy fácil. La respuesta positiva del público siempre ayuda y en el caso de “Palmeras…”, por ejemplo, fue increíble.
¿Le traen suerte los escritores?
Me llevo bien con ellos, sí. Y la verdad es que he adaptado muchas veces y, con el tiempo, he ido haciendo relaciones cada vez más personales con ellos. En el caso de Dolores, somos amigos. A ver, es una tipa dura, fuerte, tozuda, que al principio me miraba con un poco de recelo, porque íbamos a coger a su criatura y llevarla al cine; pero luego, cuando empezamos a trabajar los guiones, escuchamos sus sugerencias -que eran muy interesantes- y vio la primera peli, el camino ha ido rodado.
Y tanto. Está punto de estrenar la segunda película basada en el segundo título de la trilogía, “Legado en los huesos” y ya tiene preparada la siguiente.
Así es. Hemos rodado la última parte de la trilogía también y se estrenará en la semana santa del 2020. Las rodamos al tiempo. Como eran dos películas muy complejas y en el caso de la segunda muy ambiciosa visualmente, por el tema de las inundaciones, hacer las dos juntas resultaba más viable económicamente. Pero además había una cuestión narrativa de sumergirte en la historia y , a partir de ahí, aprovechar las localizaciones y los medios que teníamos para grabar las dos películas que empezamos en agosto del año pasado y acabamos en enero de este. Una locura.
Desde luego. Son películas complicadas y caras, ¿no?
Pues sí, hemos necesitado más pasta de la que presupuestamos al principio. Bueno, eso pasa siempre, te lo dirán todos los dires. Pero es verdad que son películas de alto presupuesto y muy ambiciosas. En el caso del “Legado…” especialmente, porque hay mucha noche, mucha lluvia, muchos efectos especiales y… Ha sido un rodaje complejo, sí.
¿Cómo rodaron esos desbordamientos tan impresionantes?
Estuvimos meses diseñando toda la secuencia y planificando el rodaje. Y luego es una combinación de muchos elementos. Construimos parte de los decorados en piscinas con turbinas que removían agua teñida de marrón, para que los actores estuvieran en esos decorados. Hicimos una parte en casa de los protagonistas y también trabajo de efectos visuales diseñados por ordenador. Ha sido complejo rodar para nosotros y para los propios actores, porque estar tanto tiempo bajo el agua es complicado.
Tengo curiosidad por saber si Dolores Redondo escogió a Marta Etura para interpretar a su inspectora Salazar.
No, no la eligió ella, pero creo que está al cien por cien de acuerdo conmigo en que no puede haber otra Amaia mejor. El casting lo hicieron Eva Leira y Yolanda Serrano y ella fue su primera propuesta. Me dijeron: “ tienes que ver a Marta porque tiene esa mezcla de dureza del norte y es enormemente frágil a la vez. Una tipa que mira con carácter”. Luego como los dires somos así de inseguros me las miré a todas, para acabar volviendo al punto de partida. Recuerdo que cuando Dolores vino al rodaje de “El guardián Invisible” la vio en un plano secuencia observando el funeral, de una de las niñas que fusilaban en la primera película y me dijo emocionada: “es Amaia”.
No debió ser fácil elegir al Juez Marquina, personaje clave en la novela…
Es verdad que lo es en “Legado…” y luego es protagonista absoluto en “Ofrenda a la tormenta” y fue uno de los personajes más complejos de encontrar porque todos los lectores estaban esperando para saber quién era Marquina, porque es un personaje muy carismático. Costó llegar a Leonardo Sbaraglia, pero creo que dibuja muy bien el personaje lleno de misterio y ambigüedad… Dolores solo me dijo: “tiene que ser un tipo muy inteligente” Y Leo es la inteligencia.
Habiendo ido tan bien la primera y con las expectativas tan altas ¿se sale con un poco de miedo?
Bueno, la película esperamos que se pueda estrenar en Antena 3, en las próximas semanas, para poder empujarla también y ha tenido muy buena acogida en Netflix. Digamos que toda esta bolsa de espectadores yo creo que la espera, porque ahí están unidos el público de mis otras pelis y los montones de lectores que tiene Dolores. Pero estrenamos el 5 y estamos nerviosos, claro. Es el momento de rezar todo lo que se te ocurre.
PERSONAL E INTRANSFERIBLE
Fernando Gómez Molina nació en Pamplona en 1975. Está “comprometido” y no tiene hijos. Se siente orgulloso “de sentir a mis padres orgullosos de lo que soy y de quién soy”. Se arrepiente “de no haber sido antes quien yo era? Perdona e “intento olvidar” Le hace reír “Mi novio, mucho”. Y llorar “los disgustos de mi familia “ A una isla desierta se llevaría “libros, muchos”. Le gusta comer y beber “menú infantil y agua”. Se muerde de las uñas, su vicio son “todo tipo de gusanitos y cuando estoy muy cansado la televisión basura”. Sueña mucho “que me arrancan los dientes”, de mayor le gustaría ser “feliz” y si volviera a nacer “intentaría ser más paciente”.
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