Cuando conocí a Rozalén acababa de arrollarle el éxito. Su videoclip, “80 veces” traducido al lenguaje de signos había recibido un millón de visitas y su disco “Con derecho a…” ya era de oro; pero su historia musical, acababa de empezar. Ahora, tres años después, tras reeditar “Quien me ha visto y quien me ve”,en directo, se nota que es una artista ya consolidada. Sin embargo, sigue igual de sencilla, de cercana y de normal. Libre diría yo. Justo como se siente en cualquier escenario. Incluso en el Palau de la Música catalana donde, el pasado junio, ofreció su concierto quizás más emocionante hasta ahora, y lo grabó para que, quienes nos lo perdimos, también pudiéramos disfrutar de aquel día mágico, en el que tuvo muy buenos compañeros de viaje, entre ellos su madre. “Hubo varias colaboraciones, de Abel Pintos, El Kanka, Las migas…, y de mi madre en la copla ‘Y sin embargo te quiero’, que parecía improvisada”. Y tanto. Nadie se la esperaba, aunque madre e hija repetían dúo tras el del Price y el del Teatro Circo de Albacete. Le pregunto si a su madre no le da no sé qué compartir escenario con su ya famosa hija y me entero de que de casta le viene al galgo… “Mi madre es una súper artista y, aunque al principio le cuesta arrancar, una vez que lo hace ya no la para nadie… Ella fue quien me apuntó a tocar instrumentos a los 7 años. Y le encanta la música. Así que yo creo que es feliz con esto desde el primer momento”. Cuando dice “esto” se refiere Rozalén a su carrera musical. Porque su padre, hasta que no acabó la carrera de Psicología, no estuvo a gusto. Y luego, cuando la empezó a ver tirando para los escenarios se asustó un poco “como todos los padres, sí. No lo veía claro. Pero hubo un momento en el que cambió. Fue cuando vino a verme a la Galileo, que estaba llena. Se quedó súper pensativo y me dijo: ‘Toda esta gente no es tu amiga… ‘ y pensó: ‘ah vale, es que no solo van amigos a verla, es que hay gente que ha pagado por venir…’ A partir de ahí se convirtió en mi fan number one, e incluso creo que ahora es el que más está disfrutando” Tanto, que hasta compra discos y discos, sin parar. “Sí –confirma Rozalén riéndose- Le tengo que decir :’papá , por favor, deja de comprar discos…., que vamos a llegar al disco de oro solo con lo que compras tú!” Rozalén me cuenta con una sonrisa cómplice, como si en vez de haciendo una entrevista hubiéramos quedado a tomar un café. Veo que me mira a los ojos y que, como todos los grandes cantautores ,aprovecha hasta las conversaciones de la máquina del café para sus composiciones. Le pregunto cuánto de su carrera de psicología y de sus lecturas hay en sus letras. “estudiar y leer te hace crecer en todos los niveles. Y encima, si es con psicología, que es el estudio de la mente humana, pues más aún. Así que no solo me ayudan en lo que describo, sino también a afrontar las cosas. Además, después de estudiar psicología hice Musicoterapia. Estuve 8 años estudiando y de paso comprendiendo por qué los acordes mayores provocan alegría y los menores tristeza… Y todo me ha ayudado y me sigue ayudando. De hecho, sigo leyendo mucho”. No es raro, porque, además de lo que le gusta leer, es que no tiene tele, así que… “Hay muchos programas que me gustan y los veo por Internet, a la carta…, pero leo el periódico, escucho mucha radio y… Es que antes, cuando llegaba un poco cansada ponía lo que fuera y ahora, sin tele, siento que estoy ganando tiempo…” Tiempo ganado y tiempos que cambian. Los que vive ahora Rozalen no son los mismos. Ahora todo le sale bien. Por eso, sus letras son distintas “ Es verdad. Cuando estaba recién llegada a Madrid y no me salían las cosas, me sentí sola en la ciudad más poblada del país: Y es verdad que cuando canto aquellas primeras canciones tengo ese deseo de que las cosas vayan mejor . Son muy especiales para mí. Aunque también lo es, por ejemplo la de “Mi fe”, de este último disco, que es una pérdida de fe en la humanidad total. Es una canción como muy triste. Y me pasó algo muy especial cuando la compuse. A cada frase tenía que dejar la guitarra y llorar… Y, bueno, el estribillo dice ‘quiero que vuelva mi fe en ti’ Estoy hablando de las personas, no de ningún Dios. Y cada vez que la canto pienso en eso, en que me vuelva la ilusión de cuando era más niña y confiaba en todo el mundo y lo veía todo de color”. Miro a los ojos profundos de Rozalen con curiosidad. ¿Tal vez se ha sentido traicionada personalmente? “Hablo de algo más global. De estar comiendo y ver en las noticias lo que pasa en el mundo y no quiero creerme. De ahí es donde sale esa pérdida de fe. “ Buen momento para hablar de política, que sé que le gusta. “Es que aunque el amor y el desamor sean lo que mueve el mundo y lo que con mayor te sale escribir, porque siempre estás sufriendo o amando, creo que también hay que hacer canciones ayuden a vivir otras cosas”. O sea, que igual le da por cantarle las cuarenta a los políticos que tanto tardan en ponerse de acuerdo… “Pero ¿qué vamos a decir, si todos pensamos lo mismo? Hasta ellos…” Claro, pero ellos no cantan. Y no estaría de más ponerle música a este asunto… “Desde luego. Y si además lo acompañas con un poco de humor e ironía a la hora de escribir, mejor. A mí lo de los carnavales de Cádiz y todo eso me parece ideal… Aunque te diré que hay algo que me parece muy triste de todo esto y es que, por primera había mucha ilusión entre los jóvenes en la política y ahora noto que se está apagando. Porque, claro, es normal que se desinfle cuando parecía que las cosas iban a cambiar. O que iba a haber más opiniones. Y ya estamos otra vez en las mismas. Eso quiere decir que las cosas no han funcionado y a mí eso me pone muy triste.” Cambiemos de tema, entonces, para alegrarnos, y volvamos a la carrera musical de Rozalén, digna de celebración “Si algo tengo que celebrar es que nunca me falte la inspiración. Mientras haya canciones y vivencias, todo lo demás estará a salvo”
PERSONAL E INTRANSFERIBLE
María de los ángeles Rozalén Ortuño nació en Albacete en 1986. Está soltera. No tiene hijos “pero ojalá que pronto, porque tengo muchas ganas” Se siente orgullosa “ de poder decir cosas que ayuden a los demás” No se arrepiente de muchas cosas le cuesta “un poquito” perdonar (“estoy trabajando en ello) Y no olvida “eso es imposible”. Se ríe con sus amigos “ que son muy graciosos, porque en Albacete la gente es muy graciosa” y llora “echándole un vistazo a cómo van las cosas en el mundo” A una isla desierta se llevaría “la guitarra” Su manía es “cantar siempre con una flor” y su vicio “morderse las uñas” Le flipa comer “como decía Groucho Marx ‘comida, mi plato favorito’…el cuchareo me vuelve loca” y le encana “el vínico blanco”. Sueña mucho con que “me persigue un toro, que es un signo de ansiedad y estrés” De mayor le gustaría ser “lo que soy ahora” Y si volviera a nacer… “yo creo que he nacido para esto”.
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