Dra. Rosa A. Lama More. Unidad de Nutrición Infantil, Hospital Infantil La Paz
– ¿Cuál es la edad en la que más hay que vigilar la alimentación de los niños?
– La edad mas importante es la de lactante, es decir el primer año de vida. Durante este año la velocidad de crecimiento es la más alta de la infancia, los requerimientos son muy elevados y es la fase mas importante en el desarrollo y maduración de los distintos órganos y sistemas (Sistema nervioso central, tracto digestivo, renal,etc). Esta época se prolonga durante toda la primera infancia es decir hasta el 3º año, aunque durante el 2º y 3º año la velocidad de crecimiento sigue siendo alta se va reduciendo con respecto al primer año
– ¿Por qué cuesta tanto que algunos coman, sobre todo entre los cuatro y los siete años?
– Hay varios motivos: A partir del 3º año la velocidad de crecimiento disminuye y los requerimientos proporcionalmente son menores. Durante esta etapa se inician cambios importantes, muchos inician el comedor escolar y los horarios se hacen cada vez mas estrictos. Además esta edad es una edad de ideas fantásticas. Todo puede condicionar cambios en patrones de conducta y la conducta alimentaria es muy importante.
– ¿Nos tiene que preocupar que coman poco?
– Si la cantidad es excesivamente deficitaria lo notará en el aspecto del niño. Si la dieta es variada e incluye todos lo tipos de alimentos y el aspecto del niño es normal y el crecimiento es normal, no es preocupante. La cantidad suele ser relativa.
– ¿Cuándo nos tenemos que alarmar?
– Cuando la dieta es selectiva, cuando predomina algún alimento o el niño excluye alimentos de su dieta, si la ingesta de leche es excesiva o muy deficitaria, o si en la dieta predominan los alimentos de procedencia animal (carnes pescados,etc) o los alimentos de procedencia vegetal (cereales, frutas, verduras,etc). El aspecto del niño puede ser de delgadez o de obesidad según los alimentos excluidos.
– Si no comen bien ¿conviene darles vitaminas o algún complemento nutricional?
– Si la dieta es muy restrictiva es posible que se requiera suplementación vitamínica ya que puede resultar carencial. Los suplementos nutricionales pueden ser válidos a corto plazo, para apoyar una fase de aportes deficitarios por infecciones intercurrentes, o fases de alteraciones transitorias de conducta alimentaria. Los suplementos en general deben ser monitorizados por un Pediatra.
– Si durante la infancia los niños comen poco e incluso mal ¿puede tener alguna repercusión en su salud más adelante?
– La desnutrición durante el primer año repercute en la talla definitiva y en algunos estudios epidemiológicos, se ha demostrado una discreta disminución en el coeficiente intelectual de los niños con desnutrición en edades precoces.En edades posteriores es posible que la calcificación ósea no sea óptima, otras veces las carencias pueden condicionar falta de atención, disminución de sueño, irritabilidad, etc que dificultan el aprendizaje y su calidad de vida. Estos hechos lógicamente repercutirán en su vida adulta. Hoy sabemos que mucha patologia adulta se fragua durante la infancia no solo por defecto, también por exceso como la obesidad, hipertensión, diabetes,etc
– Y ¿cómo se consigue que coman aquello que no les gusta?
– Enseñarles a comer es igual que enseñarles cualquier otro tipo de conducta. Esta demostrado que la oferta repetida condiciona la aceptación de un alimento. Es necesario contar con paciencia y persistencia para enseñarles a comer igual que se les enseña otros conocimientos. Ellos aprenden las conductas que ven en sus padres comer en familia es un buen aprendizaje.
– ¿Cuál sería la primera recomendación de un pediatra a los padres de un niño que no come bien?
– Deben intentar enseñarle a comer con paciencia de manera lenta y persistente lo habitual es que un niño sano aprenda a comer poco a poco. La ingesta debe ser agradable y satisfactoria, no puede ser motivo de discusiones y malos ratos. Deben intentar que la comida deje de ser un problema en casa y no debe ser motivo ni de premio ni de castigo. Deben intentar enseñar al niño a sentir hambre y saciedad. Si la dieta es de riesgo por restrictiva o la alteración de la conducta alimentaria se une alteración del sueño de su ritmo de juegos etc, debe consultar con su pediatra. Si afecta al peso debe consultar con su pediatra.
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