Como soy vocal del jurado de las Antenas de Oro y de las de Plata de la Federación de Asociaciones de Radiotelevisión, y las últimas reuniones se han celebrado en este restaurante he tenido la oportunidad de conocerlo…¡Aunque creo que salí con un par de kilos más! Es un restaurante asturiano, donde los buenos productos se reconocen y no caben más que las mejores materias primas. Buena carne, unas fabes absolutamente espectaculares, unos excelentes pescados y unas verduras estupendas, son la base de la cocina de este restaurante tradicional en su aspecto, de mesas amplias y grandes raciones donde otro de los alicientes es sin duda la espléndida repostería. A destacar su tocibizcocho de cielo y el sorbete de manzana a la sidra.
Es cierto que el precio no es barato ni en el menú (el ejecutivo cuesta 30 euros y el de fin de semana 40), pero también es verdad que se pagan las calidades y el tamaño de los platos. Además cuenta con una buena bodega con todas las denominaciones de origen. El restaurante es muy cómodo por su amplitud, tiene una luz para mí excesiva, pero que veneran los grandes comedores y el personal es amabilísimo. Además de muchos conocedores gastronómicos, el restaurante recibe cantidades ingentes de extranjeros que llegan recomendados por otros que estuvieron previamente y quedaron encantados con el lugar.
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