Si preguntáramos a los vecinos de cierta edad del barrio de La Latina por ‘La Antoñita’, todos evocarían una de las jabonerías con más solera de la capital. Si hacemos la misma pregunta a sus nietos, nos hablarían de uno de esos nuevos restaurantes que combinan tradición y diseño con unos precios irresistibles. ‘La Antoñita’ ha querido mantener el nombre que popularizara la antigua jabonería y evoca también el pasado con su decoración: azulejos blancos y hierro forjado que recuerdan a las cocinas de antaño y una pizarra en la que podemos leer las apetitosas sugerencias del día. Como curiosidad, la antigua muralla cristiana que atraviesa el Madrid de los Austrias pasa bajo sus cimientos y podemos verla con total claridad ya que gran parte del suelo es transparente.
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