Cada vez son más los que optan por quedarse en Madrid en agosto para disfrutar de la capital en ese momento mágico en el que no asfixia el tráfico ni la gente y en el que se puede mirar todo lo que el resto del año parece que no se ve. Por eso cada vez son más las propuestas que se pueden recomendar.
Por ejemplo. En lo que se refiere a restaurantes, nada como elegir los de los hoteles. Entre los más bellos, el del Orfila. Su terraza es un jardín con un maravilloso mural en la pared que sencillamente traslada a otra época; y el hotel situado en un palacete señorial del siglo XIX ofrece además de los cócteles más clásicos como el Cosmopolitan, el Gin-tonic o el Boody Mary y una cocina madrileña con toques de vanguardia,unas lujosas habitaciones perfectas para darse un capricho cuando se vive en Madrid.
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