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La mala suerte, de Marta Robles

Reseña de Regina Irae

Editorial: Espasa, 2018

Colección: Espasa Narrativa

420 Páginas

19,90 €

Ebook: 12,99 €

 

 

 

Argumento:

Amanda Varela contrata al detective Roures para que averigüe si su hija Lucía, desaparecida dos años atrás, aún sigue viva.

Comentario:

En “La mala suerte” se percibe la intención, como ya ocurriera en “A menos de cinco centímetros”, de utilizar la novela de misterio para hacer crítica social, tratando las diferentes vertientes de un tema principal, con su protagonista habitual, el detective Roures, como transmisor de las reflexiones de la autora, dando como resultado una obra irregular, que no funciona por igual en todas sus facetas.

Si bien las posibilidades e implicaciones del mencionado tema no son especialmente originales, al menos están correctamente relacionadas con la trama de misterio, aunque su propia naturaleza, junto a varias frases utilizadas para promocionar la novela y a cierto detalle que se menciona en el primer capítulo, ya dan pistas que permiten deducir parte del misterio, e incluso, poco más adelante, por lógica, la identidad del personaje culpable de lo sucedido.

En cuanto a la trama de investigación, Roures se limita a entrevistar a quienes rodeaban a Lucía en el momento de su desaparición y enterarse de un detalle que los personajes implicados no contaron en su momento, lo que le lleva a deducir, poco a poco, ayudado por una reconocida intuición, la mayor parte de lo sucedido. Aunque quizá queda un tanto artificiosa la manera en que el protagonista acierta en (casi) todo, la historia parece pensada y, si bien algunas entrevistas no aportan gran cosa o se alargan demasiado, se percibe cierta planificación para que cada detalle encaje en su lugar.

El uso de flashbacks para dar información de ciertos hechos solo funciona a veces. Hay ocasiones en las que no parecen aportar nada nuevo a lo que ya han dicho los entrevistados y otras se nota demasiado que es un recurso para contar lo que, en ese momento, Roures no puede saber. El detalle con el que se relata, por ejemplo, lo que sucedió a Lucía, se antoja a veces exagerado, y el relato de lo que pasa a la par que la investigación del detective puede resultar explicativo, poco natural, se nota demasiado cual es la intención. La reiteración de datos que, en ocasiones, se han relatado pocas páginas antes resta fluidez a la lectura.

Los personajes cumplen su cometido, desde ser interés romántico de Roures, a sospechosos o transmisores de lo que la autora quiere contar (la familia de la desaparecida Lucía, y una amplia galería de secundarios, incluido el culpable), destacando sobre todo los femeninos, en especial Amanda Varela y la jueza Carlota Aguado, quienes, sin ser originales, tienen más matices que los demás.

La ambientación es adecuada, en especial la descripción de distintos escenarios, entre los que destaca Mallorca, que incluye nombres de personas famosas (reales) que han pasado por allí. Disminuyen las referencias literarias respecto a la anterior obra, aunque son continuas las musicales como forma de crear vínculos entre los personajes. También merece mencionarse la revelación de algunos detalles de lo que sucedía en la anterior novela (los suficientes como para que no agrade conocerlos si no se ha leído «A menos de cinco centímetros», aunque sin llegar a desvelar lo principal).

En resumen, “La mala suerte” es una novela correctamente redactada, entretenida, que se lee con bastante fluidez e interés por saber lo que ocurrió y como se resolverá. Aunque tal vez  la trama de misterio no acaba de funcionar, como análisis (no tan profundo ni original) del tema principal y sus connotaciones puede tener su interés, y es su mayor mérito.

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